En muchas actividades deportivas se requiere un alto grado de exigencia física pudiendo superar en algunos momentos el umbral de tolerancia de ciertos músculos y alterar así el adecuado control motor en tu cuerpo.
Cuando se modifica el control motor, se produce un aumento de la tensión en ciertos músculos como resultado de la disminución de la fuerza en otros.
Estas alteraciones en control motor pueden derivar en distintos problemas como: Retrasar el “timing” de reclutamiento muscular (capacidad de los músculos de contraerse en el momento adecuado y con la intensidad adecuada para poder rendir al máximo nivel), reducir la capacidad de generar fuerza o provocar molestias músculo-articulares.
Incluso podríamos utilizar MAT para tratar de optimizar el sistema neuromuscular instantes antes de una competición de cara a estar en plenas condiciones en el momento definitivo, o reparar el sistema neuromuscular justo después de la competición, acelerando la recuperación, minimizando las molestias típicas de los deportes de alta intensidad y dejando preparado el sistema para el siguiente entrenamiento o esfuerzo.