La debilidad de los músculos de la columna dorsal, de los hombros, etc… podría provocar un exceso de uso de los músculos cervicales y de la cabeza. Al no tener la suficiente capacidad para cumplir su función, en ese intento de ayudar a esa musculatura débil, los músculos cervicales y de la cabeza pueden llegar a estresarse en exceso, provocando molestias, contracturas, tortícolis, etc.
La disfunción de los músculos de la columna dorsal, hombro… trae consigo un disfunción de los músculos cervicales debido al exceso de trabajo. Los llamados “latigazos cervicales” (producidos tras un fuerte impacto), conllevan una disfunción muscular debido al estrés excesivo que los músculos de dicha zona no son capaces de tolerar.