El exceso de trabajo o una excesiva exigencia sobre dichas zonas, como puede ser en deportes de contacto, agarres repetidos (deportes de lucha), golf, remeros, culturistas, deportes del motor (motociclismo, motocross, F1, automovilismo...), tenis, o en profesiones tan específicas como pianistas, músicos, pintores, informáticos, oficinistas,… pueden superar la capacidad de estos músculos y hacer que se lesionen, o puede hacer que se desactiven y hacer que otros

trabajen en exceso, dando lugar a una lesión de los mismos. Todos estos nombres nos dan a entender que algo no funciona de forma óptima en nuestro organismo. En realidad, el dolor es una alarma que el cuerpo utiliza para enviarnos información de que algo no funciona de forma correcta, y que por tanto hay un peligro inminente de lesión.